El Correo de Burgos

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CUANDO apenas ha pasado un año desde que un malnacido segó la vida de Yolanda, el pasado martes un compañero me llamaba por teléfono para decirme que Juan FranciscoCorcuera, ‘Corcu’, había muerto, que había perdido una dura e intensa pelea de dos años contra una enfermedad que no entiende de malnacidos ni de buenas personas. Y Corcu era, sin duda, una buena persona, un «buen tipo», tal y como me describió alguien que le conoció durante los pocos meses que coincidieron en la redacción y que me mandaba un mensaje a través del móvil tras conocer su muerte. Además de eso, Corcu era un excelente periodista, con un extraordinario olfato, esa cualidad que se trae de serie y que si no se tiene se descubre y se aprende teniendo la suerte de compartir mesa y cafés con tipos como él. A esa cualidad habría que añadir que era un conversador nato, con el que charlar era un placer, aunque no descuidaba su alma de periodista de raza y siempre que podía -he sido testigo de ello multitud de veces- llevaba a su interlocutor a su terreno para extraer esa información que le serviría después para empezar una historia. Porque, hablando de historias y de anécdotas, las podía contar a puñados, algo que le hubiera dado para escribir un estupendo libro de memorias. Su marcha de este periódico para dirigir elDiario de Soria dejó un enorme vacío en la redacción porque siempre era un referente, un apoyo, un consejo bien dado a tiempo, incluso una reprimenda, amable y siempre constructiva que servía para buscar, y encontrar, el enfoque adecuado a una información o el titular más ajustado. Incluso, ya lejos de Burgos, en la distancia, seguía siendo un referente.Un punto de apoyo y de ayuda cuando era necesario. Un respaldo que, por cierto, y hay que decirlo, le brindó a Yolanda cuando lo necesitó. Ahora, se ha marchado ya para siempre y ya no habrá llamadas ni cafés.Pero sí quedan su recuerdo y sus enseñanzas, que ya forman parte de todos los que tuvimos la suerte de trabajar a su lado. Gran persona y gran periodista. Hasta siempre.

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