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TENEMOS AQUÍ, una plaza cuadrada donde antaño estaba otra redonda que era la de toros. Alcaldes la movieron de sitio y alcaldes que son y quieren ser, venden su alma al diablo con tal de estar, ser y parecer. Embudo que ata Reyes Católicos y Avenida de la Paz con un no se sabe qué. Enigma urbanístico y de movilidad que escurre el bulto hacia la otra Avenida, la del Cid Campeador y San Lesmes para alcanzar Calle Vitoria hasta la estatua del Cid. A izquierda y derecha del Edificio Feygón, las calles pasan por debajo de lo edificado, dos edificios que no tienen planta baja. Habría que tirar de expediente de licencias para entender la razón por la que hace tantos años se dejó construir por encima de las calles con grandes pasadizos. Igual entonces, los propietarios promotores hicieron un favor a la ciudad o fue al revés. O nunca se sabrá. La cuestión es que Plaza de España entra en campaña electoral y toca dibujar en ella ideas para su nueva configuración. De ello se ocupan los dos partidos de toda la vida y prometen el sumun de lo más «in». El candidato socialista y probablemente futuro alcalde Dani de la Rosa, ha filtrado su intención de regenerar por completo y de forma integral esta plaza, a través de un concurso de ideas que será morrocotudo y morboso, vinculado al Mercado Norte y San Lesmes. Arquitectos con imaginación diseñarán lo imposible y ojalá lo vean nuestros ojos. Javier Lacalle, alcalde hasta dentro de tres semanas y luego dios dirá, ha tardado muy poco en salir a la palestra y prometer aquí algo sobrecogedor, un intercambiador modal de transportes. Esto es, donde se juntan, reparten y coordinan las distintas formas de viajar. Bus, taxi, patinete, aeroplano, AVE, tele transportación y puede que hasta el Directo por Aranda. Todo en ese torbellino de movilidad que centrifuga el día a día de l@s burgales@s. Calenturienta idea devaluada, de la que ya se habló años atrás. Toda promesa que salga de un candidato que aspire a ser, tiene mucha más credibilidad que si la misma sale de otro que ya es, puesto que tuvo oportunidad de haberlo hecho y no lo hizo en el tiempo que mandó. Que no nos vendan la moto, estamos curados de espanto. No votaremos en Burgos al alcalde y concejales por lo que quieran hacer, sino por lo que han hecho estos cuatro años. Sabemos que el Partido Popular gobernó bajo la mordaza responsable de Socialistas, nada se ha hecho o casi nada sin su consentimiento. Un alcalde que tenemos que no quiere serlo y pone pies en polvorosa hacia Madrid, qué pena. Tenía que haber ido Salva Foronda, que bien se lo ha ganado. Se avecinan tiempos de cambio en Plaza Mayor nº1.