Lengua y chocolate
LLEGADOS hoy a vísperas de Nochebuena, entre las pocas conclusiones de este 19 abrasado de prisas, estrés y vendaval, vemos que el 20 arranca entre chocolate y calma chicha. Agua de chocolate baja por el Arlanzón y el Vena, barro que arranca arcillas de los mil pueblos en nuestra provincia. Agua brava que casi se sale de madre al paso por la ciudad con ojos de puentes que asustados se cierran. Calma chicha en el Ayuntamiento con un rotundo apagón en la moción de censura que perjuraron los Populares del mal perder. Es difícil encajar las derrotas. Con unos presupuestos municipales en ciernes de aprobación a finales de enero gracias a la sensatez práctica de Ciudadanos Burgos, se intuye el sereno timón socialista en manos de Dani de la Rosa. Eso si, no faltarán ruidos sostenidos de quienes un día mandaron y ahora no mandan. Ciudadanos ha visto las orejas al lobo en las nacionales y como una piña, se hacen ver necesarios donde pueden y a tiempo. No al fin y a la postre como ensayó su cabeza, Albert Rivera. Cabeza que cayó en la guillotina política por tan grave error de creerse grande y fuerte. Sabe Ciudadanos que para ganarse la confianza perdida en España tiene que hacer ver que son útiles y constructores de prosperidad, incluso bailando con la más fea o pactando con el mismísimo demonio. Que aquí no es el caso, porque el tándem PSOE – C´s y UP´ss aparenta una escalada de centro izquierda progresista. Seamos realistas y oportunos a la vez, un consistorio aquí que sea afín al de Madrid y no vaya a contrapelo como casi siempre nos ha pasado, puede rascar algo a pesar del mal pronóstico que se cierne sobre la dolida España del alma querida. Siempre hemos tenido alcaldes de un lado y presidentes del Gobierno del otro, así nos ha pintado. Para nota, diseñar espacios de encuentro entre Burgos y Madrid, con un regidor sensato aquí y un temerario allí, para una vez que podían alinearse las estrellas. Ya veremos, dijo un ciego y nunca vio. Industria, comunicaciones, inversiones sostenibles, turismo y tantas cosas más pueden avivar la llama si prenden bien ambos fuegos. Por acá, después de aquellos 100 días de confianza que se perdieron en agosto y septiembre, el PSOE ha conseguido adjudicar contratos importantes, casi in extremis pero les ha arrancado, estabilizado, fijado y equilibrado. Se ven posibilidades de continuidad y más nos vale. Pero por allá, la historia milenaria acuñada en enciclopedias puede que se reescriba dibujando fronteras donde no las había y borrando la lengua de todos.