El Correo de Burgos

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CUANDO SE termina la cuerda del reloj, las agujas paran. Si un alcalde está tantos años que ni los periódicos recuerdan sus eventos, llega el tiempo de marchar. Javier Lacalle sale del Ayuntamiento después de esperar un año a reconquistar el gobierno que ejerce el actual alcalde, Dani de la Rosa. Visto lo visto, deja su acta de concejal para que otro de la cola entre en su lugar. Es fácil para los columnistas de provincias como yo, escribir despedidas, bautizos, sepelios y éxitos de notables. Pero en este caso, nada puedo añadir que no haya dicho en esta columna de opinión que articulo desde febrero de 2004. En estos diecisiete años de venia periodística que me brinda “El Correo de Burgos”, arropado por el gran periódico de tirada nacional “El Mundo”, he escrito cosas de Lacalle, con la necesaria medida y a sabiendas que las más de las veces lo ha leído. Bien se cuidan los alcaldes de que sobre su mesa caigan a diario las opiniones de columnistas, debidamente, ordenadas y grapadas desde la inmensa fotocopiadora multifunción de Plaza Mayor nº 1. Han sido muchas, en “terminar antes de empezar” de marzo de 2007 le deseaba suerte en su apoyo al ARCH del centro histórico. En “en armas” de junio 2007 anticipé que volvería a pasar lo de Gamonal. En “mutis por el foro” de julio de 2007 le reprochaba cuando entonces era concejal, la escasez de miras en la redacción del PGOU. En “qué será, será, será” de enero de 2011, se le agradecía la continuidad en inversiones para infraestructuras en tiempos difíciles. En “son para ellos” de febrero de 2011, critiqué la realización de obras cuando había otras más necesarias. En “y sonó la flauta” de marzo de 2011, cité su visión de futuro al apoyar sobremanera el nuevo Bulevar. En “al lado del río” de mayo de 2011, pedía confianza para confiar en este alcalde. En “le saldrán amigos” de julio de 2011, en los 100 días de alcalde, le deseaba suerte y advertía de lobos que miran al poder con deseo. En “bufanda y chaqué” de noviembre de 2001, le reconocía su ánimo en invertir por un Burgos moderno en plena crisis. Además de estas, once columnas más hasta fecha reciente con títulos como, “la lista de Málaga”, “Gloria”, “en callejón”, “distritos”, “el bisturí”, “de forma indubitada”, “petit comité”, “intendencia municipal”, “tiempo de caretas”, “Plaza Mayor nº 1”, “a fuego lento”. Erró, al estar tanto en el ayuntamiento y no ceder el paso antes. Como los grandes hombres hizo mucho, acertó y se equivocó.

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