Botellón y ecología

El botellón, tiene su origen en el beber mucho y por menos dinero, una costumbre del norte de europa que se ha hecho famosa en españa «por el clima», pero nuestra tradición mediterránea nunca fue esa, nuestra cultura, a mi juicio superior en esta y en otras muchas cosas, es una cultura hedónica. Bebemos por placer, comiendo tapas y alternando los fines de semana y fiestas, una cultura más tranquila dispuesta a disfrutar sentados en una terraza soleada, sintiendo como sopla ligeramente el viento mientras mantenemos una conversación divertida con un buen amigo. Por contra, la cultura anglosajona, anglicana, de producir sin límite y trabajar como mulas durante la semana, tiene su correlato en el beber abusivamente hasta perder el conocimiento, lo que se llama el  binge drinking, emborracharse y olvidar esa presión de tanto trabajo semanal.Poco a poco el modelo «anglo» como en tantas otras cosas, se nos ha colado, sobre todo entre los jóvenes.Ya no son los ruidos hasta altas horas, los orines, las peleas, los comas etílicos, ahora podemos sumar otra problemática y es enmarranar un paisaje con miles de plásticos casi siempre en lugares verdes.En A Coruña, el botellón se hace cerca del mar, la gente bebe entre las rocas, y los residuos van cayendo ladera abajo hasta el mar...  bolsas volando, vasos, fogatas, y botellas de plástico, residuos de todo pelaje. El viento hace zigzaguear toda esa masa de plásticos por el mar, el litoral, las veredas, los bosques. Hace unos días en Aranda de Duero (Burgos) calificaban al botellón como desastre medioambiental bajo el silencio de ecologistas.Decía un periodista que en los bares de España se tira todo al suelo menos los vasos de cristal, pero en el caso del botellón, también se tiran los cristales, lo vemos los parques llenos de cristales rotos, donde a la mañana siguiente van niños pequeños a jugar.En Madrid, el «botellón» deja en la calle 60 toneladas de basura cada fin de semana, beber sin límite a lo anglo non-stop.¿Se debería incluir el tema de la ecología en los talleres de prevención de drogas?, pues pienso que sí.