El monte avisa, faltan limpias
EL ENORME incendio que aún amenaza a las serranías entre Teruel y Castellón va camino de duplicar la superficie quemada que se llevó por delante el fuego en la comarca burgalesa del Arlanza el verano pasado. Aquel fue un incendio pavoroso que se llevó por delante medio pueblo de Santibáñez del Val y amenazó muy seriamente la abadía de Santo Domingo de Silos. El de Teruel es el doble y en una época del año en la que los incendios aún no están desatados como sí ocurría el verano pasado. No hay más que acordarse de la cortina de fuego que arrasó la provincia de Zamora y dejó víctimas a su paso. El siniestro que se combate ahora en Teruel es una enorme señal de humo para que en Castilla y León se pongan en guardia todos los sistemas de prevención de incendios. Ya hay quien dice que este verano el infierno de los fuegos en el monte será mucho peor que el del año pasado. Les creo a pies juntillas. En mi pueblo hay broza y maleza en el monte por todas partes. Muy abundante, esperando a que se pueda producir una desgracia. Es dinamita, me dicen. Y si de algo saben en Pinares es de cuidar esos montes que son suyos, del pueblo, no de ninguna administración pública. De sus vecinos y desde hace siglos. Idéntica situación se reproduce por todo el territorio de Castilla y León y por eso me extraña que no se lancen sucesivos planes de choque contra la acumulación de materia forestal susceptible de convertir un incendio en una caldera infernal imposible de apagar con los medios convencionales. Ya saben el dicho de que los incendios se apagan en invierno despejando el monte bajo con limpias que sanean el bosque. No hay que inventar nada, sólo ponerse manos a la obra y arrancar por el Bierzo y terminar por el Moncayo, pasando por las Merindades y Guadarrama. Es preocupante como la gestión de forestal y la cinegética parecen haber cedido el control de las poblaciones más allá del nivel óptimo para el ecosistema. Los paisanos de mi pueblo tendrán mucho gusto en explicar a quien pregunte qué es lo mejor para el monte y sus especies animales, aunque no les pidan que se pongan de acuerdo en si es mejor cortar a matarrasa o de entresaca. En lo que hay que estar de acuerdo es que ya ha sonado el primer aviso, que la campaña de incendios veraniega empieza desde ya y que este año va a exigir una preparación y una dotación de medios muy importante. En un ejercicio con un presupuesto récord estoy seguro de que la administración autonómica encontrará la financiación para dar una solución a este grave problema.