El gabinete
‘La Regenta’ y su traductora Manar
Estimo que la segunda obra cumbre de la literatura española después del Quijote sea 'La Regenta' (1884) pero sin duda, podemos sostener, otra distinción, y es la de ser una obra maestra del realismo.
Por lo que respecta, no viene mal recordar que ha sido poco conocida y difundida, y como curiosidad añadida y hasta donde sé, no hay tesis doctorales sobre esta obra. Uno de los problemas de su escasa difusión de esta colosal obra haya sido la dificultad de su traducción, complicadísima por su estilo literario, por sus largas oraciones, por sus ironías, metáforas, sarcasmos, desbordante de imágenes, efectos sensoriales, lo posee de todo estilísticamente hablando.
Y hoy, haremos un homenaje a la mujer que ha traducido 'La Regenta' al árabe Manar Elhalwany profesora en la universidad de Zagazig en Egipto, y curiosamente, cuando no da clases, esta doctora vive en Burgos y la podemos ver paseando por el Espolón y comprando en el Mercadona que por cierto, dice que le encanta.
Recientemente, esta profesora cairota-burgalesa fue premiada por la Embajada Española como mejor hispanista en 2023. Reconocimientos que la han llegado fuera de su país y no dentro del suyo.
Quizá esta novela tenga algo de semejante con su traductora, en ambos casos, no fueron reconocidos. Así que vaya por delante nuestro reconocimiento a esta traductora que, sin duda, damos la bienvenida a nuestra ciudad.
Según los críticos literarios es la mejor novela española de literatura en castellano del siglo XIX. Es una obra absolutamente extraordinaria, y en mi opinión de ‘lego en estos temas’, destacaría los complejos y sorprendentes análisis psicológicos que realiza el autor. Si Freud hubiera sido español, a buen seguro hubiéramos disfrutado del análisis de esta obra.
En la buena literatura te puedes detener en cada frase, puedes leerla y releerla varias veces por su riqueza, te hace pensar y esto ocurre en cada frase de La Regenta.
Decía Marisa Manchado, «'La Regenta' es un retrato de una ciudad brutal. Mejor que 'Madame Bovary' y 'Ana Karenina' juntas».
Y decía Clarín: «Las lecciones del mundo están escritas en un idioma del que no se puede traducir nada; el de la experiencia. El inexperto las sabe de memoria, pero no las entiende».